Al descubierto

Si te encuentras leyendo esto es porque que ya habrás avanzado lo suficiente en tu investigación. Supongo que te habrás hartado de preguntar por mí, queriendo saber si a última hora me mostraba extraño o comenté la posibilidad de largarme a alguna parte, si había dicho algún disparate previo antes de desaparecer por completo. Al principio te imagino haciendo las preguntas a regañadientes, sonsacando información sin dar por sentado que te interesas por mí. No quieres que los demás saquen ideas equivocadas, por eso aprovechas cualquier referencia a mi persona para hacer comentarios que levantan pocas sopechas: “Pues yo hace tiempo que no le veo por aquí”.

Como nadie da importancia a tus comentarios, ni sirven para que se lleve la conservación más allá de un “pues yo tampoco, la verdad”, el disfrazado interés se va tornando poco práctico y a las pocas semanas decides preguntar por mí abiertamente. El tipo de preguntas que haces te van desnudando, y al final todo el mundo sabe con certeza que tu interés por mi desaparición es sincera y demasiado personal.

A pesar de todo, no tienen respuestas para ti porque no pueden decirte lo que esperas oír. No es fácil esfumarse sin dar ninguna pista a nadie para, precisamente, conocer tus verdaderas intenciones, saber hasta dónde podrías reformular tus preguntas, conocer hasta qué punto estás implicado, afectado, molesto, dolido… Si mis predicciones son correctas, todos los demás ya se han dado cuenta de tu “preocupación”. A nadie parece importale que haya desaparecido, pero comienza a importarles que te muestres inquieto por ello. Mientras tanto, tú no eres capaz de interpretar las respuestas vagas que te dan, y eso que resultan demasiado evidentes a estas alturas.

¿Te has preguntado, por un casual, si estoy muerto?

Le doy vueltas y vueltas a este asunto y aspiro a que mi despedida real no deje más señal que la que yo quiera dejar libremente. Quizás tu encuentro fortuito con este documento sea el momento más oportuno, la señal más premeditada, tal y como a mí me hubiese gustado.

Nunca jamás había dado -ni daré- tantos detalles de mi mismo, así que te pido por favor que pases página…

Deja un comentario